Por Miguel Ángel Cerdán
Hace ya un tiempo, Michael Albert teorizó la existencia de dos tipos de capitalismo; el anglosajón y el renano, que evidentemente toma su nombre de Alemania. Desde entonces, y según admiten numerosos estudiosos y divulgadores como por ejemplo Joaquín Estefanía, ha ido cuajando la idea de que el capitalismo anglosajón sería el capitalismo despiadado del “sálvese quién pueda”, mientras que el renano sería un capitalismo de “rostro humano”, con preocupaciones sociales y de no dejar nadie atrás. El primer modelo correspondería pues a Estados Unidos, y el segundo a Europa Occidental, con su “Welfare State”.
Pues bien, en Educación, y salvando las lógicas distancias, también podemos hablar de un modelo de educación anglosajón y de un modelo renano. Es cierto que existen más , como por ejemplo el nórdico, aunque por mucho que se empeñen algunos teóricos del MEC, éste es difícilmente exportable. También es cierto que el modelo renano no va mucho más allá de lo que es Alemania. Sin embargo, por la trascendencia de esos dos capitalismos, de esas dos formas de construcción social, vale la pena que analicemos los dos modelos educativos. Nos encontraremos con algunas sorpresas notables, sorpresas que desmontarán algunos de los tópicos del pensamiento progresista oficial de nuestro país.
En Gran Bretaña y en Estados Unidos funciona, en Secundaria, y también con las lógicas adaptaciones en su Universidad, el llamado “modelo comprensivo”, modelo que toma su nombre de la llamada “comprehensive school”. Pedagógicamente se basa en la “enseñanza individualizada”, en el “aprender a aprender” y en respetar “ los diferentes ritmos de aprendizaje, intereses y motivaciones del alumno en la misma clase”. Todo muy bonito, tan bonito que la LOGSE calcó este modelo pedagógico y lo impuso por decreto en la enseñanza de nuestro país.
Sin embargo, la realidad nos demuestra que detrás de las palabras existen los hechos, que teoría y realidad muchas veces van por distintos caminos y, como esperamos demostrar en este artículo, que el modelo educativo comprensivo es coherente con el despiadado modelo capitalista anglosajón. Veamos. En primer lugar, Estados Unidos, a pesar de gastar más del 10 % de su PIB en Educación, obtiene de sus estudiantes de secundaria unos resultados en Matemáticas y comprensión lectora, según el famoso Informe PISA, al mismo nivel que España, y en algunos parámetros un poco por debajo. Este bajísimo nivel de la secundaria norteamericana no es nuevo; ya en 1983 un informe titulado Una Nación en Peligro advertía del déficit de formación de los norteamericanos, déficit que se traducía en que se tuvieran que habilitar clases de alfabetización y de lecto-escritura en los primeros cursos de muchas Universidades. Y ello referente a aquellos que habían acabado el equivalente al Bachillerato; los que no lograban completarlo eran prácticamente analfabetos y se veían forzados a lo que se llama McJobs.
Estos penosos resultados que hemos visto son fruto en buena medida de esa “comprehensive school” a la que hacíamos referencia, de un modelo educativo que en Secundaria ha bajado los niveles de exigencia al alumnado hasta unos niveles increíbles. Y es que la “enseñanza individualizada” es un modelo teórico que no resiste la aplicación práctica en secundaria. Así, “adaptarse a los intereses y capacidades del alumno” significa en realidad bajar el nivel todo lo que se pueda para que éste, con el menor esfuerzo, pueda obtener el título.
Ustedes me dirán; ¿ pero no es Estados Unidos la primera potencia mundial? ¿ Y sus innovaciones tecnológicas?. Es cierto, las Universidades de elite de Estados Unidos tienen un altísimo nivel, cuentan con los mejores profesionales y tienen infinidad de recursos. Pero es que estas Universidades de elite son eso, para la elite; son menos de veinte en un país con centenares de universidades, y el 90 % de su alumnado son parte de la elite..En este sentido, no está de más recordar que la movilidad social en Estados Unidos, como recientemente se ha encargado de recordarnos un informe del diario “New York Times”, es bastante inferior a la Europea, y que nacer dentro de una clase social condiciona en buena medida, y mucho más que en nuestro país, tu vida futura. Sorprendente, pero cierto. ¿ Quién sale beneficiado entonces de ese modelo educativo?. Para obtener respuesta, tal vez tendríamos que leer el magnífico libro de Jean Claude Michea La Escuela de la Ignorancia. En él, se puede advertir como, ese modelo, ese sistema que condena a la ignorancia a gran parte de la población, que perpetúa a las elites, sirve fundamentalmente para alimentar un proletariado acrítico que no dé demasiados problemas en el competitivo y despiadado mundo del modelo anglosajón de capitalismo, del modelo neoliberal en definitiva. Y mientras, las elites, que saben que para seguir siendo elites necesitan un mínimo de sentido de esfuerzo, disciplina y unos “conocimientos”, se han formado en colegios privados, y después en universidades privadas, pues el sistema educativo público no proporciona esas cosas y queda reservado para ese “proletariado acrítico” que “ no tiene que dar problemas”.
Y si eso es así, se me dirá, ¿qué hace la izquierda de nuestro país apoyando ese modelo?. Pues bien, dejando al margen la consideración o no de la noción de izquierda para definir a nuestros gobernantes actuales, lo cierto es que apoyan ese modelo. Y el ejemplo más claro es la nueva LOE, que incluso incorpora las variaciones y soluciones que se tomaron en Estados Unidos en los años ochenta del siglo pasado tras la publicación del informe La Nación en Peligro. La única explicación que se me ocurre es que se siguió a Marchesi, se eliminó a los disidentes, y esa idea ha quedado dentro del peligroso “pensamiento único” educativo de la izquierda partidista, a sabiendas de sus nefastas consecuencias prácticas.
En cualquier caso, donde existe una cierta izquierda ilustrada e inteligente, como por ejemplo el laborismo de Blair, y al margen de otras consideraciones políticas con las que se puede o no estar de acuerdo, lo cierto es que el modelo comprensivo se está revisando. Es lo que está haciendo Blair. Ya veremos sus límites.
El modelo renano de Educación, el modelo alemán, a primera vista no parece casar demasiado bien con ese modelo social y económico que ha constituido el núcleo fundamental del “Estado de Bienestar” en Europa. Y es que el modelo germano, a partir de los diez años señala caminos diversos para los alumnos. Así, nos encontramos con el Gymnasium para aquellos que irán a la Universidad, con la Realschule, una formación profesional de carácter práctico pero con una fuerte carga de contenidos, y con la Hauptschule, que prepara para el mundo laboral a medio plazo. El resultado, a pesar de que algunos se llevarán las manos a la cabeza diciendo que es “segregador”, es que el fracaso escolar apenas existe, y que hay una fuerza laboral muy preparada, y consciente de sí misma y de sus derechos. Si comparamos sus niveles de fracaso escolar, de apenas el 10 % en Secundaria, con el español que supera el 30 %, las ventajas son evidentes. ¿ Pero – se insistirá– no es éste un sistema anti-igualitario, y discriminatorio?. Bien, pues se puede responder de dos formas, o con dos argumentos contundentes: ¿ no es más discriminatorio dejar a tres de cada diez alumnos sin posibilidad de titular en la ESO?, ¿ no es cierto que la movilidad social en Alemania, con ese sistema educativo, es muy superior a la estadounidense y a la británica?.
Lo cierto también es que en Alemania predomina la enseñanza pública, en secundaria y en la Universidad, lo cierto es que allí se creó el Estado de Bienestar europeo, un modelo social y económico del que los europeos tenemos razones, y más cuando vemos ciertas cosas que lamentablemente han ocurrido en Estados Unidos, para sentirnos orgullosos.
Así mismo, no está de más recordar cómo, si se le pregunta a los alumnos, muchos preferirán tener un título y seguir una FP que no titular. Cosas de la lógica. Como también es de lógica que el hijo del obrero tiene derecho a tener la misma calidad educativa que el hijo del médico o del ingeniero, y llegar al menos tan lejos como ellos. Y esa calidad educativa para todos sólo la puede proporcionar la Escuela Pública.
Sin duda, el modelo educativo alemán puede parecer un poco rígido para nosotros los españoles. Y no se trata de importarlo tal cual. No es lo que pretende este artículo, ni siquiera lo que defiendo.
Lo que pretendo es señalar la inconsistencia de un pensamiento educativo teóricamente de izquierdas, pero que en realidad es una copia del pensamiento aplicado en la cuna del capitalismo más salvaje y despiadado como es Estados Unidos. Y denunciar que este modelo defendido por ciertos progresistas está en nuestro país creando un modelo educativo en la que la igualdad de oportunidades se está convirtiendo en ficticia, un modelo educativo que perpetuará las elites y que evitará la movilidad social, que ya la está evitando, un modelo educativo que en definitiva es la antítesis de lo que debe defender la “izquierda”. Se han dado ya los pasos en secundaria, y ahora se está llegando a la Universidad en la imitación de ese modelo. Todavía se puede cambiar. Lo único que es necesario es que la izquierda recupere lo que nunca debió perder; su espíritu crítico. Incluso con el pensamiento único.
Miguel Ángel Cerdán
Profesor de Enseñanza Secundaria.

Muy bueno!
ResponderEliminarGenial Miguel Ángel, mi tocayo, como siempre.
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